HENRY
viernes, 24 de septiembre de 2010
Prevención de accidentes en el hogar.
La electricidad es hoy por hoy, herramienta indispensable en el quehacer diario del hogar. Practicamente Ia totalidad de acciones que Ilevamos a cabo, suponen Ia utilización de Ia electricidad.
Ahora bien, pese a sus innumerables ventajas, Ia electricidad va acompañada de riesgos que conviene conocer. En el hogar, en caso de producirse Ia temida descarga eléctrica, esta puede provocar desde el conocido calambre hasta Ia muerte por paro cardiaco o electrocucción.
El peligro que entraña Ia electricidad aumenta considerablemente cuando la persona está mojada o descalza, p. ej. en el cuarto de bano, en Ia cocina, o en cualquier lugar después de fregar el suelo.
LA HONESTIDAD
Ser honesto es ser real, auténtico, genuino. Ser deshonesto es ser falso, ficticio, impostado. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás. La deshonestidad no respeta a la persona en si misma ni a los demás. La honestidad tiñe la vida de apertura, confianza y sinceridad, y expresa la disposición de vivir en la luz. La deshonestidad busca la sombra, el encubrimiento, el ocultamiento. Es una disposición a vivir en la oscuridad.
La deshonestidad no tendría ningún papel en un mundo en que imperara la realidad y estuviera habitado por seres humanos plenamente conscientes. Desgraciadamente, debemos de convivir con la deshonestidad. Los humanos, abrigamos una variedad de tendencias e impulsos que no armonizan espontáneamente con la razón. Los seres humanos necesitan práctica y estudio para convertirse en personas benévolas en las que retomar la chispa divina de la que emergimos. En ese intento hacen muchas cosas que la prudencia les aconseja ocultar. Mentir es una “fácil” herramienta de ocultamiento y, cuando se emplea a menudo, pronto degenera en un vicio que arrastra hacia lo contrario.
La deshonestidad no tendría ningún papel en un mundo en que imperara la realidad y estuviera habitado por seres humanos plenamente conscientes. Desgraciadamente, debemos de convivir con la deshonestidad. Los humanos, abrigamos una variedad de tendencias e impulsos que no armonizan espontáneamente con la razón. Los seres humanos necesitan práctica y estudio para convertirse en personas benévolas en las que retomar la chispa divina de la que emergimos. En ese intento hacen muchas cosas que la prudencia les aconseja ocultar. Mentir es una “fácil” herramienta de ocultamiento y, cuando se emplea a menudo, pronto degenera en un vicio que arrastra hacia lo contrario.
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